Un paraíso Termal
Uruguay es un país cálido por donde se
lo mire.
Por su temperatura, que permite disfrutar del aire libre gran parte del
año.
Por su gente, que da la bienvenida al visitante con los brazos abiertos.
Y también por sus aguas, que brotan desde las entrañas de la tierra a
temperaturas que rondan los 40°. Se trata de las aguas termales,
transparentes, cálidas, rodeadas de paisajes bien uruguayos y vegetación
autóctona; del sonido de los pájaros y el galope de los caballos; de
estrellas y de hoteles que brillan por sus estrellas.
Ubicadas en el litoral uruguayo, siempre cercanas al Río Uruguay y con
la ruta 3 como columna vertebral, las termas quedan a un paso de Brasil,
Argentina, Chile y Paraguay, y constituyen un gran parque de agua. Cada
una tiene sus peculiaridades y juntas conforman una propuesta que
contempla los gustos más vanados.
Estas cristalinas aguas son una buena excusa para tomarse unas
vacaciones en cualquier época del año, porque ofrecen piscinas abiertas
y cerradas.
Quienes busquen naturaleza, paz, relax, pero también diversión,
actividades nocturnas y gente con buena onda, no pueden dejar de
conocerlas.
El agua termal, por su alto contenido de
sales minerales, resulta ideal para consumo como bebida. También es
utilizada como sedante estomacal, diurético con acción cicatrizante y
antiséptica.
Esta agua tiene propiedades sedativas y
estimulantes. ¿Magia?
No, nada de eso. Bondades de la madre naturaleza. |